La obediencia

Mateo 21:28-31 Pero ¿qué os parece? Un hombre tenía dos hijos, y acercándose al primero, le dijo: Hijo, vé hoy a trabajar en mi viña. 29 Respondiendo él, dijo: No quiero; pero después, arrepentido, fue. 30 Y acercándose al otro, le dijo de la misma manera; y respondiendo él, dijo: Sí, señor, voy. Y no fue. 31 ¿Cuál de los dos hizo la voluntad de su padre?

Esta mañana vamos a reflexionar sobre la obediencia, su significado, y el propósito que tiene sobre nuestras vidas.

Vamos a analizar esta lectura, en donde vemos que uno de los hijos le dice a su padre: No quiero.

Es una respuesta dura.

Es como si por ejemplo los que tenemos hijos, le digamos a uno de ellos que nos acompañe a hacer algún mandado y nos responda de igual manera:

No quiero.

El padre no le estaba ofreciendo si quería helado de chocolate y es normal que un hijo responda que no quiere.

El padre le estaba dando una orden:  Vé a trabajar.

La respuesta de este hijo podemos compararla nuevamente con nuestros hijos, incluso a los que son hijos de dominio todavía pueden pensar si le dieran esta respuesta a sus padres:

Ejemplo: escojamos un nombre inventado
Felipe andá a la venta a comprar el pan para el desayuno.

Y este hijo responda: No quiero.

Para los que somos adultos, que creen que nos hubiera contestado nuestros padres si cuando niños nos mandaran a hacer un mandado y respondamos de esa manera.

La generación pasada a la nuestra, fue más rígida, aunque más religiosa.

La amonestación, reflexión, o diálogo con los hijos en algunos casos no existía, todo consistía en castigo físico, para algunos fue con una faja, una ramita fina de algún árbol, y para otros fueron castigos más fuertes que ya podemos imaginarnos.

Continuemos con la lectura:
Después que el hijo le dijo “No quiero”,  dice la palabra de Dios que más tarde se arrepintió y fue.

En este pasaje vemos que la obediencia va precedida por el arrepentimiento.

            Arrepentirse -> Obedecer

Sin el arrepentimiento de nuestros pecados, nunca podremos ser obedientes a la palabra de Dios, a sus mandamientos.

Jamás.

Versículo 30
Luego el padre le dijo al otro hijo de la misma manera y el hijo le responde “Si Señor”,  voy a ir  pero no fue.

En esta parte Jesucristo les pregunta a los principales sacerdotes y ancianos del pueblo: Cuál de los dos hijos hizo la voluntad de su padre? Y ellos respondieron el primer hijo.

Es obvio.

Jesucristo le explica a continuación:
Versículos 31-32
Los publicanos y las rameras van delante de vosotros al reino de Dios. Porque vino a vosotros Juan en camino de justicia, y no le creísteis; pero los publicanos y las rameras le creyeron; y vosotros, viendo esto, no os arrepentisteis después para creerle.

Analicemos esta lectura
Los publicanos y las rameras eran los primeros que, cuando les fué dicho que fueran a trabajar en la viña, dijeron: “No quiero”; pero después se arrepintieron y fueron.

La vida de ellos era una vida llena de pecados, opuesta a la voluntad de Dios.

Los publicanos y rameras por sus pecados,  estaban en una rebelión contra los mandamientos de Dios.

Pero ellos se arrepintieron de sus pecados.

En la parábola se aprecia esto, cuando dice que el primer hijo se arrepintió y luego fue.

Eso es lo que hicieron los publicanos y las rameras, eso es lo que hicimos y hacen todos los que se arrepienten de su vida pasada y van a la viña del Señor o sea que cumplen los mandamientos de Dios, para que sus propósitos se cumplan en nuestras vidas.
“Los sumos sacerdotes y ancianos del pueblo”, con quienes el Señor estaba hablando ahora, estaban representados por el segundo hijo, quien dijo: “Sí, señor”, pero no fueron.

Los sacerdotes y ancianos durante toda su vida habían profesado obediencia a Dios, pero vivían una vida de desobediencia continua.

Mateo 23:1-3 Entonces habló Jesús a la gente y a sus discípulos, diciendo: 2 En la cátedra de Moisés se sientan los escribas y los fariseos. 3 Así que, todo lo que os digan que guardéis, guardadlo y hacedlo; mas no hagáis conforme a sus obras, porque dicen, y no hacen.

Esto lo dijo nuestro Señor Jesucristo, de los fariseos y escribas, que igual el día de hoy vemos a falsos pastores, que predican lo que no viven.

Por Ejemplo:
Si una pareja no viven en el amor de Dios y su vida en su hogar es de continuas ofensas o maltratos el uno para el otro.  Si predican la palabra de Dios, es igual que los fariseos que Jesucristo nos manda que debemos guardar, y ser hacedores de la palabra pero no debemos imitarlos, porque ellos no viven lo que predican.

Si a esta pareja llega otra pareja que tienen problemas de maltrato y ofensas igual que ellos, como podrán aconsejarlos en su problema si ellos también lo están viviendo.

Deberían de ser honestos y decirles que tampoco ellos han podido resolver su problema.

Ejemplo triste en la vida de un boxeador nacional
El día de ayer tristemente se supo la historia de un boxeador nacional que dice ser cristiano, que hace poco tuvo una victoria en su última pelea de boxeo, e hizo que el cantante Danny Berríos viniera a Nicaragua, para cantarle alabanzas a Dios, tuvo un pleito con su esposa, en donde ambos revelan su falsa vida cristiana.

Sorprendidos porque salieron a luz pública el maltrato, acusaciones de infidelidad de una parte y otra, y hasta acusación de su esposa en la policía  por maltrato y amenaza por su vida.

Y justamente en el día que se celebra el día internacional de No maltrato a la mujer.

Este muchacho “cristiano”, que en su calzoneta lleva una cita Bíblica: Dios te ama, Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

Recién estuvo cantando música de alabanza para Dios, para convertir su casa en un verdadero infierno.

Aunque en la entra de su casa se lee: "Yo y mi casa servimos a Jehová'.

Esto es triste, sobre todo viniendo de una pareja que todos creíamos cristianos, y sabemos que el cristiano no puede andar en juicios, demandas, divorcios, pleitos, etc.


Este problema les ocurre porque aunque han oído la palabra de Dios, no la obedecen.

Significado de obediencia: En el diccionario: Cumplir la voluntad de quien manda o da una orden.

Hechos 4:19-20 Mas Pedro y Juan respondieron diciéndoles: Juzgad si es justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios; 20 porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído.

Aquí obedecer es la palabra en griego:  akoúo  (G191) que traducido es entender, escuchar.  (Numero Strong, se conoce como Concordancias hechar por Dr. Strong), es un número de referencia a la palabra original del griego o del hebreo. G/H.

Obedecer en latín: Ob Audire, que traducido es Saber escuchar.  Audire en latín significa escuchar, y es la raíz de otras palabras como “audio” y “audífono”

Leamos ahora en la biblia sobre la fe, para comprender algo más de la palabra obedecer.

Romanos 10:17  Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.

Si, puede decir alguno, pero aquí no se ve la palabra obedecer.

Analicemos esta la lectura:

“la fe es por el oír y el oír, por la palabra de Dios”

Quizás entendimos esta lectura como:

“la fe viene por oír la palabra de Dios”.

Y es correcto, porque esto nos dice la palabra de Dios.

Pero analizando la palabra oír viene del griego: akoé (G189) oír, oído, cosa oída.

Vemos que la fe va asociada a “oír sabiamente”, o en otras palabras oír obedeciendo, cumpliendo con la voluntad de quien manda que es Dios.

Cuando oímos la palabra de Dios, para aumentar nuestra fe, pero no la ponemos en práctica, que es igual a oír sin cumplir, oír sin sabiduría, oír sin obedecer.

Cuando hagamos esto no esperemos ni nos preguntemos porqué Dios no me da a lo que le estoy pidiendo y a otros vemos como que Dios le escucha sus oraciones.

Y es debido a la obediencia, a no oír sabiamente.

Ejemplo de una maestra que en clases les dice a los niños: Silencio.  Y no le hacen caso.  Hasta que golpea la mesa con una regla y les dice no me oyeron? 

Y todos se callan.

Los niños saben que la orden de guardar silencio la oyeron, pero no es sino cuando la maestra les dice no me oyeron?  Es cuando ellos obedecieron.

Este ejemplo tan sencillo, muestra que la obediencia está asociada a no oír.

De igual forma vamos a revisar en la Biblia, una lectura donde se asocia la obediencia con el oír.

Daniel 9:11  Todo Israel traspasó tu ley apartándose para no obedecer tu voz; por lo cual ha caído sobre nosotros la maldición y el juramento que está escrito en la ley de Moisés, siervo de Dios; porque contra él pecamos.

Nuevamente vemos aquí la palabra obedecer, que en la vulgata latina aparece: “ne audirent” , donde una vez más la palabra obediencia esta ligada a oír la palabra de Dios.
   
        Arrepentirse ---- Obedecer  ( Oír sabiamente )

Tardos para oír
Hebreos 5:11  Acerca de esto tenemos mucho que decir, y difícil de explicar, por cuanto os habéis hecho tardos para oír.

Nuevamente encontraos en la biblia, la palabra oír. (akoe)

Pero analicemos, como es posible que seamos tardos para oir, si lo que alguien nos dice lo oímos de forma inmediata?

Lo que nos quiere decir la palabra de Dios, es que somos tardos para obedecer.

Continuemos leyendo el siguiente versículo

Hebreos 5:12 Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido.

Esta lectura nos índice que los que recibieron la palabra de Dios, los que la oyeron no la obedecieron, fueron tardos para oír, tardos para obedecer.

De ahí que este versículo indica, que al apóstol Pablo, mencione que se le hace necesario “volver a enseñar”, o sea lo que ya había enseñado volverlo a enseñar.

Por eso les dice que ya deberían ser maestros, pero por no obedecer por ser tardos para oír, de forma similar como los niños que ya han crecido pasan de la leche a alimento sólido.

Y eso pasa en los niños, primero solo se alimentan de leche materna, agua, luego pasan por frescos, gerber, leche en polvo, puré de papas, “mogos”, etc. hasta que cuando ya le salen los dientes ya pueden ingerir alimento sólido.

Y esto les pasó a los que ya habían recibido “enseñanza” o la palabra de Dios, que no oyeron sabiamente, que no obedecieron la palabra de Dios.

Oídos para oírNuestro Señor Jesucristo, cuando hacía énfasis para que “oyéramos sabiamente”, en la biblia nos dejó muchos llamados o señales.

En la parábola del sembrador
Mateo 13:9  El que tiene oídos para oír, oiga.

Alguien puede decir, que no tiene significado, o que totalmente sencillo o no contiene sabiduría.  Porque todo el que tiene oídos que le sirven para oír, va a oír.

Pero tiene un significado mayor, asociado a oír sabiamente a obedecer.

El que tiene oídos para oír, que oiga con sabiduría, que no sea tardo para oír, que obedezca.

Las aves se comieron las semillas que cayeron por el camino.
Otra parte cayó en pedregales y se secó.
Otra parte cayó en los espinos, que crecieron y la ahogaron.
La que cayó en buena tierra dio fruto.

Cuando nos dice luego que el que tenga oídos para oír que oiga, es para que identifiquemos cuales pueden ser las aves, las piedras, los espinos en nuestras vidas, que evitemos que la semilla sembrado no seamos nosotros esas limitantes para el crecimiento de la semilla, que seamos buena tierra para dar fruto.

Nos dice que oigamos con sabiduría, y que obedezcamos la palabra de Dios para alcanzar nuestra salvación.

Parábola de la cizaña
Mateo 13:43  Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre. El que tiene oídos para oír, oiga.

En esta parábola nos cuenta que la cizaña o hierba mala, crecerá junto con el trigo, pero será arrancada y quemada en el fuego eterno.

Nos dice de nuevo que oigamos sabiamente, que ya estamos advertidos.

Lo que contamina al hombre
Marcos 7:15-16 Nada hay fuera del hombre que entre en él, que le pueda contaminar; pero lo que sale de él, eso es lo que contamina al hombre. 16  Si alguno tiene oídos para oír, oiga.

Lo que nos dice que nada contamina, al hombre, que al contrario en el antiguo testamente, bajo la ley se tenía prohibido comer cierto tipo de animales porque eran llamados inmundos.

Y nos dice nuevamente que oigamos sabiamente que obedezcamos.

Obediencia: es una condición para la restauración
Deuteronomio 30:1-2 Sucederá que cuando hubieren venido sobre ti todas estas cosas, la bendición y la maldición que he puesto delante de ti, y te arrepintieres en medio de todas las naciones adonde te hubiere arrojado Jehová tu Dios, 2 y te convirtieres a Jehová tu Dios, y obedecieres a su voz conforme a todo lo que yo te mando hoy, tú y tus hijos, con todo tu corazón y con toda tu alma,

En la biblia vamos a encontrar dos caminos, dos puertas, dos lugares donde pasar eternamente, pero solo uno de ellos es el que nos lleva a Dios, y es Jesucristo, la obediencia a su palabra a sus mandamientos.

Bendición o Maldición
Luz o oscuridad
Vida o muerte
Felicidad o tristeza
Gozo o lamento
Cielo o infierno
Blanco o negro

En la biblia no hay término medio, como hace mucho inventaron el purgatorio o el limbo, que no existen.

En la biblia  la palabra tibio solo aparece una vez.

Apocalipsis 3:15-16  Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! 16 Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca

Vemos nuevamente la palabra arrepentimiento, conversión, obediencia.

Este es el camino que debemos seguir.

Si ya pasamos por el arrepentimiento, por la conversión y aún no somos obedientes, no esperemos la bendición de Dios, porque no estamos cumpliendo con las condiciones para la bendición.

Si aún no te has arrepentido de tus pecados, debes convertirte a Jesucristo, confesarle a Dios tus pecados, aceptar a Jesucristo como tu Seño, tu Salvador, ser obediente a su palabra, para que seas llamado hijo de Dios y seas heredero de la gloria eterna.

Debemos de meditar en las palabras de nuestro Señor Jesucristo: “el que tenga oídos para oír que oiga”.

Que Dios te bendiga y te guarde.

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